Hola ¿cómo va todo?
El otro día en el anterior post del test de cuatro había puesto una canción de la que dije que ya hablaría.
Bien, pues hablemos...
Hoy 30 de Septiembre ha sido mi último día en el cliente. Hoy hemos cerrado una etapa que ha durado la friolera de 9 años y 9 meses (día arriba, día abajo), es decir el 99% de mi vida informática.
Mañana pasaré por la oficina a que me reciclen un poco (chapa y pintura) y el lunes comenzamos una nueva etapa, en un nuevo cliente.
Una de las preguntas que más me han hecho en estos días es, ¿cómo te sientes?
Pues, sinceramente no lo sé. Sé que les echaré de menos, al fin y al cabo han sido mis lusers todos estos años y aunque ha habido veces que me hubiera gustado tener una recortada a mano, uno termina por cogerles cariño (si es que en el fondo soy un sentimental). Y estos últimos días he tenido una extraña sensación que no sabría definir.
Aquí he crecido como profesional y como persona, y ahora toca levar anclas y decir adios. Atrás se queda M, mi compañero, que le tocó soportarme unos cuantos años (¿tampoco han sido tan malos no?), mi jefas (jatetú que también las echaré de menos) y mi sitio alejado de miradas curiosas, que tanto trabajo me costó conseguir, (Consejo para los que empecéis ahora a currar: buscad siempre un sitio que a vuestra espalda sólo esté la pared. Váis a vivir muuucho más tranquilos.) y el hombre con apellido de frutal más conocido por "extraoficialmente te digo que si, pero si me lo dices oficialmente diré que no, o si pero no" y otros muchos....
En el papel, no es un gran cambio. Me voy a un cliente similar, haciendo más o menos lo que hasta ahora estaba haciendo (o eso me han vendido) y con gente con la que ya he estado en un pasado. Pero no va a ser lo mismo.... ya no sólo porque este nuevo cliente está donde cristo se dió cuenta que había perdido la sandalia, que me va a tocar chuparme más de una hora de atascos o más (ahora estoy en 15 min en el curro), que ya no tendré plaza de aparcamiento (más que plaza, lo dejaremos en sitio, jajaja), sino porque toca empezar de cero y volver a demostrar que yo lo valgo, pasarme una temporada más perdido que un pulpo en un garaje y sobre todo que voy a pasar menos tiempo con el peke. Pero esta aventura ya la iremos viendo.
Para todos los que me han hecho reir,
a los que han hecho sufrir,
aquellos para los que ni siquiera existía,
a los que tantos problemas y dolores de cabeza me dieron,
a los que compartieron tantos ratos conmigo (que espero hayan sido buenos),
al reponedor de la máquina de café que me hizo adicto a los antiácidos,
a los que crecieron a mi lado,
a los que se preocuparon por mí,
a los que sufrieron conmigo y a los que me sufrieron,
a los que me vieron como persona y no como "mano de obra",
a todos ellos...
GRACIAS,
PORQUE DE TODOS VOSOTROS
HE APRENDIDO.
¡GRACIAS Y HASTA SIEMPRE!
Espero poder seguir en contacto y por qué no, volver algún día.