Medidas de ahorro, recuerdo de otros tiempos

22:33

Buenas...

A estas alturas de la película supongo que todo el mundo habrá oido habar del famoso plan de ahorro energético del gobierno. El que parece que aún no se ha enterado de que los españolitos llevamos intentando ahorrar hasta el último céntimo desde hace un par de años, es el gobierno...pero esa es otra historia.

El otro día estaba oyendo la radio (no la mía, porque algún hijo de p... me la robó, asín se electrocute!) ... decía que esta escuchando un programa en el que daban algunos consejos para ahorrar combustible, en la compra, etc. No sé por qué, pero mi mente terminó viajando a mi infancia y a la vida que llevabamos por aquel entonces (allá por el cámbrico siglo arriba, siglo abajo). Y recordé lo mucho que han cambiado las cosas.

Ahora es cuando la imagen comienza a ondular y disolverse para tranformarse en una escena de los años....errr...bueno, de hace muchos años)


Hasta que tuve unos 8 años vivíamos en la "cueva familiar" que tenía cuatro pisos. Nosotros vivíamos en el segundo, mis abuelos en el primero y mis tíos en el tercero; la cuarta planta era donde se tendía la ropa, estaban las gallinas (si, teníamos gallinas) y curábamos los chorizos y por cierto daba un canguele andar sólo por esa planta que prefiero pasar a otros recuerdos.

Recuerdo que no había calefacción en las habitaciones (y no, no vivía en el sur, sino bastante al norte). Nuestro sistema de calefacción consistía en zurrarnos....es brooooma. Consistía en un radiador que se iba moviendo del salón a las habitaciones dependiendo de la ocupación de estas, de una estufa de gas (a la que no dejaban acercarte) y de una cocina de carbón (de esas que ahora llaman "económicas") que contaminan un montón, pero no veas lo que molaba tener una fogata donde poder quemar todo lo que se te pasaba por la imaginación (y los cienmil ojos con los que se tenía que andar mi madre para que no quemásemos lo primero que pillábamos, jajaja).

Recuerdo que por la noche, si tenías ganas de mear, te aguantabas hasta que tu vejiga estaba a punto de reventar y tenía el tamaño de un balón de baloncesto! Porque a ver quien era el listo que se cruzaba todo el pasillo hasta el baño con la temperatura que había en el exterior! Y eso que nosotros teníamos sintasol en el suelo, que en casa de mis abuelos había baldosa y aquello era como salir a mear a mitad de la acera (espero que con esta descripción algunos se enteren del por qué de los orinales en las habitaciones).
Joer, que sacabas la mano a toda leche buscando el orinal, levantabas las mantas, la sábana de felpa con cuidado de no mover demasiado la bolsa de agua caliente, apuntabas (más o menos) y que sea lo que el Boss quiera. (Mamaaaaa!!!!! Me he meado en la cama!!!!!

Por las noches, mis padres dejaban el radio-móvil (radiador ese con ruedas del que hablaba antes) en el pasillo, cerca de la puerta de nuestra habitación (si, mi hermanA y yo dormíamos en la misma habitación y sobrevivimosa ello) y al despertarnos salíamos disparados a vestirnos a esa zona, que a esas horas era la única parte de la casa donde uno podía quitarse el pijama sin morir congelado.

Recuerdo cuando me quedaba a dormir en casa de mis abuelos... 
En esa casa había dos zonas con camas; el salón (o sala de estar/salita) donde había un mueble-cama y un PUTO RELOJ DE CARRILLON que sonaba cada hora, cada media y cada cuarto, AAARRRRGGGGG!!!!!! y, la que yo llamaba "la habitación de la cama de tres plantas" (que como podéis imaginar era mi preferida)
¿por qué la cama de tres plantas? Pues muy simple...antes de que se inventaran los colchones de muelles o espuma (y ya ni hablo de los viscoelásticos) se dormía sobre colchones de LANA. Estos colchones tenía unas carácterísticas básicas que no faltaban en ningún colchón de dicho material:

- Picaban. Tanto que ahora entiendo lo que algunos abuelos contaban de "cumplir con el matrimonío vestido". Amos que como se te ocurriera meterte sin un pijama aislante, parecía que estabas durmiendo sobre un avispero!

- En invierno, el colchón adquiría una temperatura agradable... 10 minutos antes de que te tuvieras que levantar.

- Tenían al menos medio metro de grosor.

- La firmeza era un concepto desconocido por aquella época.

Bueno, pues en esa habitación, no había un colchón, sino dos! Así que sumemos: unos 40cm de altura del somier, 50cm de cada colchón x2 colchones... para subir a la cama y meterte en ella o bien te dejaba tu padre o te tocaba escalar (que era lo que sucedía como te tuvieras que levantar al baño). Si a todo esto, le sumamos que una vez te dejaban sobre la cama, el colchón se hundía unos 30cm (que aquello parecía que te iba a tragar) os podéis imaginar la odisea que era el salir de aquella cama. Así que cuando mi padre decía eso de ¿has hecho pis? En este caso, y aunque hubieras ido a mear hace 5 minutos, tú volvías al baño por si te habías dejado alguna gota dentro.

Recuerdo que en casa TODOS usábamos batas de esas de güata (¿se dice así?) y teníamos zapatillas de invierno y de verano. Las camisetas eran para abrigar y no una prenda decorativa.
Y las broncas que nos hechaba mi madre si nos dejábamos aguna luz encendida o la tele, o algún grifo abierto.
El coche sólo se usaba para trayectos intercity, aunque claro,  viviendo en una ciudad que te la cruzabas en 20minutos, pues tampoco tenía mucho mérito.

Algo que me chocaba bastante cuando llegué a Madrid, era que la gente usaba el coche para todo, como decíamos nosotros, "aquí usan el coche hasta para ir a mear". Que no digo que  no esté justificado en ciertos casos, pero si que es cierto que quizás abusamos demasiado de el.

Los electrodomésticos no se cambiaban hasta que no reventaban (literalmente)  y cualquier compra fuera de lo común era estudiada durante meses por el  consejo de sabios de la casa.

Ahora las cosas son muy diferentes, y la vida más cómoda, pero no recuerdo que aquello fuera un infierno... pero como explicas eso a quien no lo ha vivido...

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18 aullidos

  1. Efectivamente como explicas eso a quien no lo ha vivido...
    Y como explicas q no teníamos móviles ni internet.
    Pero sabes???me gusta recordar aquellos tiempos, no se si es la frase a voy a escribir la q lo definiría, pero eran como mas "auténticos"
    Éramos felices con mucho menos de lo q tenemos ahora.

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  2. Cómo ha cambiado todo en tan poco tiempo, eh? Y éramos igual de felices... Si es que yo estoy con Serrat, lo importante son "esas pequeñas cosas". Pero bueno, gracias a la evolución tecnológica y la vida 2.0, estamos aquí todos comentando, como en un patio de vecinos, aunque la mayoría ni nos conozcamos en persona, je, je. 

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  3. Pues yo me crié en Naboo y tampoco había calefación... pero sí radiadores electricos ;P el resto no lo he vivido (Gracias al Boss!)Eso sí, ahora para compensar tengo gallinas, horno de leña y un marido "caluroso" que no me deja la calefacción por la noche en el dormitorio "porque se ahoga del calor".

    Estoy contigo, ¿cómo explicar a los que no lo han vivido? Pues así como tu lo has hecho, de una manera sencilla y con un deje de añoranza. Seguro que dentro de unos años PequeñoKarateka y MiniEwok recuerdan los móviles y la tele digital (además de los múltiples gaddets de su papá) con esa añoranza.

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  4. Papalobo que viaje a mi infancia más bonito me has regalado??? En el piso que vivimos los primeros años con mis padres teníamos estufa de leña en la cocina, el resto de la casa no tenía ninguna calefacción, y me crié en un pueblo de Teruel (con eso lo digo todo). Dormíamos bajo cuatro o cinco mantas que pesaban un quintal, vamos que te levantabas con los hombros hechos trizas. Y cuando salíamos de la bañera recuerdo los corrillos con la toalla grande enroscada por todo el cuerpo para vestirnos mi hermana y yo cerca de la estufa de leña calentitas, pero sin tocarla claro porque nos habríamos carbonizado literalmente. No tuvimos lujos ni tantas comodidades como ahora, pero crecimos felices, sin duda.

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  5. En mi casa siempre hubo estufa de esas que ponias la mano y se te marcaba la rejilla! luego ya pasamos a las de aceite, y en verano abrías las ventanas y como mucho un ventilador para todo el piso, ahora en mi casa si hay calefacción pero se pone justo y baja (sobre los 18-19 º) y yo siempre voy con bata, a mi hijo le estoy acostumbrando porque este no se pone nada aunque tiemble!! y todas las luces se apagan al salir! yo siempre lo viví así y así lo seguimos haciendo en casa. Me horroriza ir a casa de unos amigos que dejan las luces todo el día!! y la cale a 22 todo el dia!! y encima me estoy volviendo una neurotica para ahorrar más y más!!

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  6. Como la vida misma!!!

    Y eso que yo en Madrid tenía casi todas las comodidades, pero me iba al pueblo los fines de semana a dormir en el colchón de lana en el que creias que nunca saldrías xq te atrapaba medio cuerpo y la bolsa de agua caliente incluida.
    Solo sacabamos la nariz y la frente y se nos congelaba jajajaja

    Tu tenías el reloj de carrillón y yo la música de la iglesia que ponía el cura todas las mañanas, tuuuuu has venido a la orilla, en mi barcaaaaaaaaaaaaaa...

    Que recuerdos me has traido jejejeje

    Efectivamente no tiene nada que ver lo que hemos vivido nosotros con nuestros hijos y seguro que nuestros abuelos pensarán lo mismo hacia nosotros.

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  7. Yo nací en la ciudad, así que eso no lo he vivido nada más que cuando iba al pueblo y me gustaba, me parecía muy curioso y recuerdo lo que costaba dormirse con tanta manta encima, joder, que no había manera de moverse!!!

    Qué recuerdos...

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  8. Por unos momentos he recordado mi vida en el pueblo... hasta que llegue a Madrid(con 8 años);aunque los principios tambien fueron duros.

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  9. Yo en Madrid pues siempre he tenido las mismas comodidades que ahora, calefacción, lavadora, lavavajillas, etc. pero cuando íbamos al pueblo eso era otro cantar y la verdad es que lo has descrito muy bien, sobre todo cuando íbamos al de León con los colchones de lana además teníamos suelo de tarima carcomido y tenías que ver donde pisabas porque corrías el riesgo de pisar y que se te colase la pierna para abajo (a mi hermano le paso).
    Fíjate cómo eran las cosas que allí no teníamos ni agua caliente, ni lavadora ni nada de nada, tele si había pero sólo se veían la 1 y la 2 y con muy mala calidad, aún así nos encantaba ir al pueblo, bueno seguimos yendo pero ahora ya con todas las comodidades claro.

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  10. Veo que muchos de nosotros hemos tenido una infancia parecida, incluso aquellos que tuvieron ciertas comodidades.
    Yo no creo que mi infancia fuese mejor de como vaya a ser la de mis hijos. Aunque si que creo que tanto bombardeo de "Nuevo loquesea" hace que no veamos el valor de las cosas. Estamos acostumbrados a que lo que hoy es lo último, mañana ya sea vejo y deseemos el nuevo modelo. Eso es el gran problema que yo veo, que al final nada todo es pasajero y mejorable.

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  11. Me parto, como se nota que tenemos todos unos anyitos porque lo que cuentas la verdad es que en la capital no lo he vivido porque como dice Superman "es que tu vienes de la zona pija". Pero en el pueblo, ay en el pueblo, eso de dormir con tres primas tuyas metidas en la cama (y primos tambien, la desigualdad de genero era lo de menos por aquellas fechas), todos apretados como sardinillas para conservar el calor... y el orinal bajo la cama... Ay, que recuerdos aquellos, mis padres hace tiempo que clausuraron la casa vieja y se hicieron un chalet en la parcela con calefaccion central donde no se puede parar quieto porque es como la selva del Amazonas.
    Un supersaludo

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  12. Por cierto, que lo del coche ahora es lo contrario: en el pueblo de mis padres, que se cruza de punta a punta en diez minutos a buen paso, hay un atasco todos los dias en la carretera que sube a su urbanizacion porque todas las madres llevan a los nenes sobre ruedas al colegio, que lo han puesto a la salida del pueblo... Que rara soy, a mi el infierno me parece esto ultimo y no lo de antes.
    Otro supersaludo

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  13. Joer... ¡qué viejos somos! lo del colchón de lana en el que corrías el riesgo de ser engullido durante la noche, lo de dormir con tus primos y hermanos todos arrebujaos para darse calorcito, que sacabas la cara para respirar y salía vaho de la boca del frío que hacía fuera... Mi abuela también tenía gallinas y ¡¡conejos!!
    ¡Qué recuerdos!

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  14. Que recuerdos!!! la verdad es que sabiamos ser felices con muy poco, y eso que nuestros padres ya nos acusaban de tenerlo todo, solo porque teniamos mas de lo que ellos tuvieron...
    No creo que la infancia de nuestros hijos vaya a ser peor que la nuestra, pero si que es verdad que les va a costar mas saber apreciar las cosas porque ellos si que parece que lo tienen todo, habra que esforzarse en que lo aprecien.
    Un abrazo!

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  15. Jajajaja, que buenas descripciones, madre mia, ¿no te parece que somos super-mayores?

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  16. K bonita entrada !!!
    Encantada :D
    La verdad es k lo de apreciar las cosas, cada vez se nos escapa más y más de las manos... muy bonita reflesión, si señor !!!

    Te dejo este mensajito en honor al post de hoy ok ???

    ¯`v´¯)
    `·.¸.·´
    ¸.·´¸.·´¨) ¸.·¨)
    (¸.·´ Este globo de corazón viaja alrededor del mundo por todas las víctimas en el Terremoto y Tsunami de Japón.
    Por favor, pasa este globo, oremos y muestra tu apoyo para todos ellos durante este tiempo devastador....
    Bss wapa :D

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  17. ¡Qué recuerdos! Me he reído un montón mientras leía tu entrada y asentía, porque lo has descrito perfectamente. Yo pasé muchos momentos de mi infancia en un pueblo de Burgos, así que sé lo que es pasar frío de verdad... Y esas camas, que tenías que coger carrerilla y saltar para poder subirte de lo altas que eran! ¡Qué horror! Aún hoy recuerdo lo mal que se dormía y eso que en aquel entonces era muuuuy joven, si fuera ahora no me podría ni levantar por la mañana. Me duele la espalda sólo de pensarlo!

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  18. Yolosehacer.com
    La calefacción es esencial en climas fríos para mantener los espacios habitables y confortables. Proporciona calor en el interior de las viviendas, oficinas y otros lugares, lo que es crucial para la salud y el bienestar de las personas.

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