Hoy hará cinco años en que tu madre supuestamente NO estaba de parto e íbamos camino del hospital con contracciones cada seis minutos, pero solo para quedarnos tranquilos, porque estaba claro que no iban a mandar para casa.
Mira por donde no nos mandaron y unas horas más tarde la que NO estaba de parto te tenía en sus brazos. Tuve la enorme suerte de esta vez poder ver todo el proceso desde el principio, de ver como asomaban esos primeros pelillos seguidos del resto de ese cuerpecillo tan frágil.
Pronto abriste los ojos y no tardaste mucho en empezar a sonreír, tanto gusto le cogiste a ello que no has parado de hacerlo desde entonces. Sabemos que para ti la risa es mucho, es esa zona de confort, ese espacio donde nadie puede hacerte daño, ni las amenazas de tu hermano, ni mi broncas...la risa invade tu mundo y bloquea el de los demás.
Ya no eres ese bebé precioso de mirada traviesa y sonrisa perenne, no eres ese que tardó en demostrar que sabía hacer las cosas y digo bien, porque tu saber las sabes, pero a diferencia de la norma general te la suda demostrárselo a los demás (salvo que haya algo que ganar por medio). Ya eres un niño, precioso, despierto, curioso y con ganas de meterte en el bolsillo a todo el que se cruza en tu camino, porque eso se te sigue dando de maravilla y así no hay profesor del cole que no te conozca, incluso otros niños mayores saben quién eres ¿me puedes explicar cómo es que te saludan niños que te doblan a edad?¿Qué hacen en los recreos? Ojalá no pierdas nunca ese don, por muchos disgustos que te traiga.
Te sigue encantando hacer rabiar a tu hermano y a medida que pasa el tiempo te va costando menos sacarle de sus casillas. Eso si, tu hermano te las devuelve con creces pues también conoce tu talón de Aquíles y es que lo de negociar no el lo nuestro y terminamos llevándonos un disgusto siempre. La suerte es que sois los dos igual de inteligentes y hacéis el tandem perfecto, a ti te gusta que te cuenten cosas nuevas y a tu hermano contar todo lo que ha aprendido.
A pesar que muchas veces me saques de mis casillas, espero que no cambies nunca, que sigas siendo ese rebelde con o sin causa, que sigas saltando cada vez que castigamos a tu hermano, ojalá esa química que hay ente vosotros no se agote nunca y sigáis siendo cómplices siempre.